Siento mis dedos pesados sobre las teclas al escribir hoy, tengo un sin fin de pensamientos rondándome catorce días atrás y un escalofrío que me desviste el alma.
Inquietud retornante aléjate de mi, sigue durmiendo en mis pesadillas y luego vete.
Maldita intuición del pasado que me perturba, no arrastres una vez más contigo el frío, la pena y la nostalgia.
Yo sé que hay recuerdos eternos.
Como esa carcajada sacada de una película en cámara lenta, el grito lejano de la peor escena de terror, la desesperación al subir a una montaña rusa, el silencio absoluto de las madrugadas y el sollozo de una nena tras un ropero.
También está aquello que nunca dije, ni pensé, el ruido ensordecedor, la oscuridad, bipolaridad y la violencia.
Y sé que puedo también ignorarlo todo.
Pero esa ciega que huye no soy yo y entonces un día agarras toda esa desmesura entre los brazos y lo arrullas todo.
¡Hey, Desmesura, aquí estoy!
Fortaleza es mirar al pasado para enfrentar los monstruos, volver sobre los pasos dados, aceptar los errores, darles un lugar en el corazón, acurrucarlos y decirles que todo estará bien.
Sin embargo, hoy no es suficiente, pero algún día lo será.
Mientras tanto seguiré escribiendo.
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