jueves, 13 de agosto de 2020

Tiempo Fuera

Extraño tenerme conmigo,
cancelar un plan a último momento, 
por una cita conmigo.

Esconderme del mundo, 
sin explicaciones,
no ser familiar,
meterme bajo sabanas sin comer,
y quizás abrazar mi llanto, un rato.

Amar mi desastre como mi cordura,
hace mucho no me permito ser desastre.

Apagar mi sonrisa, activar mi rareza.

Benditos días grises,
aferrada de mis mejores poesías.

Abrazar mi soledad,
repetir una canción mil veces,
quedarme mirando el techo,
y perderme en el silencio de mis paredes.

Soy feliz a diario, lo juro.
tan feliz, y aunque suene absurdo…

Hoy extraño mi pena.

lunes, 10 de agosto de 2020

Soltar

Perdida en la monotonía,
hundida en la mentira.

Ciega de éxito.

Cordero de masas,
soy lo que fui. 

Soy también la valentía,
de soltarlo todo para ser feliz.

¿Qué es ser feliz?

Mi alma gritaba, mi cuerpo afirmaba,
busca tu libertad, libera tu alma. 

Entonces confié y pedí intuición.

Soñé el camino, 
vi las señales y dí el salto de fe. 

Hoy me encontré, gané. 

Encontrarme

La rudeza de la vida contagió mis sueños,
alguna vez, me intoxicó y nubló mi visión.

¿Quién soy?, me pregunté entonces
Cuando pensé que mi sendero estaba fijado,
me detuve y no vi nada.

Estoy sola, dije.
Y una voz en mi interior me contestó,
"estás contigo".

Entonces lloré, pero lloré conmigo.
Me tenía y encontré la fuerza para seguir,
pero en otra dirección.

Me perdoné por no verme,
me permití retroceder y hundirme en mi,
seguí la luz.

Y justo ahí conocí a mi verdadero yo.
lleno de amor.


La de los 12 años

Hoy volteo a verme de 12 años,

enamorada del de los ojos chinos,
y me juro aún poder ver la mancha marrón de sus pupilas,
sintiendo mariposas en la panza desde un día antes de verlo.

Volteo a verme de 12 años,
risueña, valiente y decidida,
con mi cuaderno negro de poemas bajo el brazo,
con cien sueños de un futuro mejor.

Volteo a verme de 12 años,
y me diría quédate así, valiente por siempre,
equivocate más y diles sí a los que te dijeron,
que no podías o que no debías.

Volteo a verme de 12 años,
me admiro, dándolo todo por amor,
recogiendo las partes de mi corazón roto,
para volverlo a intentar una vez más,
algún día no fallarás.

Volteo a verme de 12 años,
para tomar esa seguridad,
que no importa el qué dirán.

Volteo a verme de 12 años,
y me juro escucharte decirme,
“qué se jodan todos y qué sigan jodiendo, sé feliz”

Volteo a verme de 12 años,
aún hoy con 25, agradeciéndote,
por existir dentro de mí.

Nos abrazamos.

sábado, 8 de febrero de 2020

Antes de despertarte

Tu dulce aliento en la mañana rosando con mi piel es la caricia favorita de mi día, porque confirmo y agradezco tenerte conmigo, un día más. 
Entonces miro al rededor y pienso: “Qué afortunada soy de ser completamente mía y compartir contigo esa sensación, siendo libres e infinitos, como el viento, acompañándonos en el camino, bailando con el destino, de la mano siempre”.

Y aún sabiendo que la toxicidad está a la vuelta de la esquina, nosotros estamos en verde, andando en paz. 

Confieso que a veces el dolor del pasado me llama a voltearme a ver, y tú, paciente me sientes, sin hablar, entendiéndolo todo, me arrullas, para recordarme que estoy en mi mejor versión y aunque siempre se puede estar mejor, te prometo mi elección siempre será contigo, amor. 

Luego agradezco que nunca me falte la dosis de amor en la mañana, tus besos al rededor de mi cara y tu erección sobre mi. 

No puedo dejar de mencionar la ducha juntos de todos los días, que me enjabones la espalda, me destapes el acondicionador, ese de la tapa dura y luego peines mis rulos.
Y sonrías de mi cara molesta de ñiña al bañarme, agradezco que te sepas la anécdota, agradezco tus abrazos bajo el agua. 

Qué dicha tenerte.

Hoy te los has ganado a todos, sin esfuerzo y nos hemos sumado amigos, hemos ganado hermanos y somos familia. 

No te cuesta ser como eres, transparente, bueno, siempre listo para darle la mano todos, siempre empujando en la adversidad. 

Yo me pregunto tantas veces “¿Qué hice de bueno para merecerte?”, eres tanta luz en los días malos y somos un incendio juntos en nuestro mejor momento.

Eres un buen hombre. 

Volver a casa siempre será alivio, encontrarme contigo y cocinar, escapar de la monotonía laboral, para perderme en tu risa y tus anécdotas del día, para contarnos todo, con un vaso helado de cocacola en la mano. 

Para subir a la cama juntos de nuevo y repetirlo todo, pero diferente, siempre sorprendiéndonos, siempre enamorándonos, tú y tus detalles únicos no los cambiaria por nada. 

¿Quién en su sano juicio lo haría? 

Ahora, te voy a despertar a besos y enseñarte esto, buenos días, hermoso. 

Gracias por existir conmigo.