lunes, 5 de agosto de 2019

Para cuando la cagas


Hace mucho no le escribo al amor

¿Será que la tristeza es más grande que aquel viejo sentimiento? 

Aceptar que la cagaste

Sí, es de humanos cagarla, es un don que tenemos casi innato.

Pedir perdón

Soy un ovillo sobre la cama, debajo de 3 colchas, solo me acompaña el sonido del televisor prendido en cualquier canal.

El nudo de la garganta casi me asfixia, respiro fuerte para no llorar, también intento no pensar ni conectar con tu recuerdo y fallo.

Es esa maldita conexión casi instantánea de saber el momento exacto en el que nuestros pensamientos se cruzan sin reparo, siento tu odio, siento mi pena, siento la vida llena de mierda. 

No quiero decirte nada, quiero olvidarlo todo y seguir caminando, no quiero leer el mensaje cortopunzante directo a mi pecho, no quiero llamarte y no tener respuesta, no quiero sentir dolor. 

¿Vez la confusión que me causas?, no logro descifrar con exactitud qué quiero y qué no. 

Soy un ovillo, soy un ovillo inerte en medio del tiempo que no para, somos un ovillo, pero nunca una bufanda y por eso hoy nos morimos de frío. 

* rompe en llanto *


Para la pena

Tengo una angustia en el pecho del tamaño de la luna, le dije a mi padre, buscaba consuelo en sus palabras para calmar mis ansias.

Lo que daría hoy por ese abrazo de mil días sin verte, pero callo mis palabras porque más tarde se me pasan. 

Hacer un lazo perfecto en mi tráquea, aguantar el dolor, no llorar, pausar mi voz, no gritar, que nadie me escuche solo la vida clamando piedad. 

¿Después de la muerte existirá el dolor? 

¿A dónde van aquellos que huyen por qué no pueden más?

Escribir sana el alma, me calma y libera, al menos por un instante.

Al menos hasta mañana.