lunes, 2 de febrero de 2015

Una lágrima en mi zapato y una angustia en mi pecho

Siempre supe que 
Hay melodías y melodías,
Ninguna es igual a la otra,
Hay unas que matan y otras que adormecen... 
El alma, la vida y el corazón.

Y así caí en mi rutina de vida,

Escribir.

Hace mucho no profundizo nada y es qué es mejor así...

Es mejor vivir en falacias 
Y caer en la sin razón, en aquel infinito abismo en el tiempo sin perdón.

Hoy toque fondo una vez más como alguna vez de mi difuminoso ayer.


Di los mismos pasos, seguí mis huellas, mi intuición, olvidé mi esencia confusa y cargue mi esperanza, aun así no hubo respuesta. 


El tictac desespera mis sentidos, y me duele el pecho, la panza y cada sístole y diástole del corazón.


Cien pasos conté desde mi partida y el ciento uno se perdió entre mi llanto y mi fe. 


¿a dónde van las lágrimas cuando mueren en mi sonrisa?


Cruce el puente de mis 
Miedos para llegar aquí, 
Ochenta tablones sin respirar,
Corriendo sin mirar atrás.

Huye que es más fácil, 

Me dice la razón,
Espera un segundo,
Me dice el corazón.

Pero al fin de cuentas ya estoy aquí, donde las letras de mi historia se tatúan en el tiempo y forman parte de mi pasado. 


Un miedo más cae por mi precipicio, ya no hay vuelta atrás.


Oigo su grito, a tocado fondo


Y ahora que sigue? 

Nunca quise quedarme a esperar.

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