lunes, 24 de agosto de 2015

Café como tus ojos.

El café amargo de media noche se vuelve lo más dulce del día, 
sorbo por sorbo como si fuese un respiro se va agotando cada gota y lloran por dentro. 


Se siente un vacío y todo se vuelve frio, 

siento la brisa y tiemblo, 
parpadeo y todo entre mis 5 dedos se congela. 


El café se había ido, y con él, se había llevado la calidez de una sonrisa, 

tal vez la más sincera en muchos años de delirios. 


Tal vez el eco de sus risas aún resuenen entre todas esas cuatro paredes, 

donde fueron todo engañando al tiempo cuando siempre habían sido suyos. 


El latir de sus corazones se hizo como el humo de muchos cigarros acumulados en un mes, 

denso y duro. 


- ¡Te descubrí! -dijo ella entre risas-

- ¿Qué descubriste? 
- Tu corazón late más rápido cuando lo toco. 


Lo sabían y lo arruinaron, 

38 días contó ella con sus dedos,
perdida entre aquellos ojos cafés en el vaivén de sus embestidas, 
y el... sonrió para sus adentros. 


Escribe tu párrafo aquí a tu antojo, o bésame el cuello y no te detengas, también puedes levantarme cada mañana con un susurro, o ahogarte en tus pensamientos para concluir que somos distintos.



Pero mejor quédate. 

lunes, 2 de febrero de 2015

Una lágrima en mi zapato y una angustia en mi pecho

Siempre supe que 
Hay melodías y melodías,
Ninguna es igual a la otra,
Hay unas que matan y otras que adormecen... 
El alma, la vida y el corazón.

Y así caí en mi rutina de vida,

Escribir.

Hace mucho no profundizo nada y es qué es mejor así...

Es mejor vivir en falacias 
Y caer en la sin razón, en aquel infinito abismo en el tiempo sin perdón.

Hoy toque fondo una vez más como alguna vez de mi difuminoso ayer.


Di los mismos pasos, seguí mis huellas, mi intuición, olvidé mi esencia confusa y cargue mi esperanza, aun así no hubo respuesta. 


El tictac desespera mis sentidos, y me duele el pecho, la panza y cada sístole y diástole del corazón.


Cien pasos conté desde mi partida y el ciento uno se perdió entre mi llanto y mi fe. 


¿a dónde van las lágrimas cuando mueren en mi sonrisa?


Cruce el puente de mis 
Miedos para llegar aquí, 
Ochenta tablones sin respirar,
Corriendo sin mirar atrás.

Huye que es más fácil, 

Me dice la razón,
Espera un segundo,
Me dice el corazón.

Pero al fin de cuentas ya estoy aquí, donde las letras de mi historia se tatúan en el tiempo y forman parte de mi pasado. 


Un miedo más cae por mi precipicio, ya no hay vuelta atrás.


Oigo su grito, a tocado fondo


Y ahora que sigue? 

Nunca quise quedarme a esperar.