martes, 23 de julio de 2013

No es por nada

Hoy me hundo entre lineas 
sin saber por qué,
hace mucho no tecleaba letras,
por el mismo motivo de siempre.

Poso mis destellos de luz casi apagada sobre la nada y
ella mi amiga, aún me susurra, me contempla y calla. 

Niega conmigo lo que yo no quiero ver.

Soy la mejor aliada de lo aprendido
confidente de hojas entre libros, 
de secretos entre paredes negras ahora casi transparentes.

Está condena lleva mi nombre y apellido
atada a una piedra en el fondo del mar de la punta,
estoy congelada en el tiempo, atada al mar. 

Mis lagrimas no tienen peso alguno, 
se pierden en el nudo de mi garganta 
y mueren en mi silencio. 

Nadie puede decir nada, excepto nada.

Mis manos frías rozan mi cuerpo
mientras mis oídos se quedan sordos, 
mis labios rosas tiemblan 3 minutos,
3 minutos y se congeló... 

mi tiempo
mi espacio
y mi existencia,

lo que me mantenía de pie, me dejo caer.

UNA VEZ MÁS.


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