lunes, 10 de diciembre de 2012

Declaración de amor


Con el mismo sentimiento de ayer, un poco cambiado tal vez, nada es igual, lo sabes y lo sé.

 Intentamos dejar de ser lo que éramos para convertirnos en uno. 
Hoy lo que soy es por ti.

Tengo tanto para contarte, tanto para decirte, tanto de lo que no estabas, ¿hace cuanto tiempo no estás aquí?, tanto tiempo me dejaste ir.

Tanto me dejaste sola, tanto llore, tanto me levante, un poco reí pero bueno aquí estoy frente a ti.

Me tomó mucho buscar un comienzo porque ahora eres “mío”, puedo saborear cada letra en el vibrar de mis labios y sentir el fluir en el viento, esto es diferente y me gusta pensar que es eterno, me gusta carcajear con los sueños y sentir el placer de tu recuerdo vivo, ahora VIVO en mi ser.

Tengo miedo ¿y tú? Tantas veces hemos fallecido y revivido, el cuerpo se desgasta las ganas se pierden ¿y mis latidos? Sí, son más lentos… pero laten, laten por ti, por tú sonrisa, por tu tiempo, por tus ganas de vivir siempre en mí, porque los momentos sean eternos.

Y sí, me aferro a ese vivir, anhelando congelar el tiempo y rezando para que no te vuelvas por completo un recuerdo.

El frío se apodera de mis sentidos, los vuelve necios, tercos y en contra de ti, inicio una guerra para no correr a tus brazos y salgo perdiendo… eres el imán de mi alma, yo no valgo nada si tú no existes, yo solo soy una más del mundo mientras tú eres todo del mío.

Las lagrimas no son ya nada, voy agarrando costumbre, es mi forma de amarte, una forma extraña, quizás sin sentido ni porque, nunca lo entenderías, pero lo hago.

 Son años te lo recuerdo, son años. 

No es el mismo amar, se transformo con el tiempo, se volvió más resentido más egoísta, más de todos aquellos sinónimos sufrientes, eres solo “mío”, siempre lo fuiste y siempre lo serás.

Soy consumida por el maldito silencio, por tus partidas constantes, por tus promesas rotas, por tus sonrisas y esa manía de hacer como si nada pasara.  

Tus ojos marrones oscuros me tienen en un vaivén de emociones, queriéndome convertir en lo que eres pero no, yo no quiero lastimarte.

Extraño, me gusta pensarte así pero es la vida la que nos cambia, alguna vez fui como tú, así me enamoraste tan pequeña, tan ingenua, me amaste como verdaderamente soy y yo a ti.

Tanto me ha golpeado la vida, ¿dónde estabas? Eras mi héroe, tú todo lo podías, éramos infinitos, pero en mi mente de hoy eres mi adicción.

Últimamente ando viviendo del tobillo de tu lado oscuro pero rechazo fácilmente tu lado despectivo.

El fin es a tú lado, no me importa nada sí tu presencia no está latente en mí, no hay tiempo, no hay distancia, no hay dolor, no hay nada. 

Solo tú y yo en un mundo para dos.